Aire fresco para tu mascota

Estudios afirman que sacar de paseo o exponer al sol en un espacio abierto -como un patio o terraza- a los animales domésticos hace que se encuentren mejor anímicamente y mejoren su forma física, además de conseguir dormir mejor por la noche.

Pero no solo para nuestros mejores amigos es esencial disfrutar de la naturaleza y el aire libre, también lo es para ti.

Según un estudio que realizamos el año pasado, en torno al 80% de los españoles considera que tener acceso a la naturaleza, a la luz del día y al aire fresco tiene un impacto positivo en su salud física y mental, reduciendo los niveles de estrés, aumentando los niveles de vitamina D e influyendo positivamente en la creatividad, la imaginación y la calidad del sueño.

Queremos darte unas pautas para llevar la naturaleza a tu hogar y favorecer la salubridad de la vivienda:

Ventilar: la mejor forma de traer los olores y aromas primaverales a nuestra casa es abriendo las ventanas. El contenido del aire de interiores incluye gases, partículas, residuos biológicos y vapor de agua, todos los cuales son peligros potenciales para la salud. Con los animales de compañía dentro de casa ventilar se convierte en una actividad esencial. Te recomendamos que ventiles la casa tres o cuatro veces al día durante 10 minutos con más de una ventana abierta. Y si puedes, aprovecha las buenas temperaturas para dejarlas abiertas más tiempo, ¡y que tu mascota disfrute de la primavera en tu vivienda!
Incorpora plantas, flores y algún elemento natural. Es una forma excelente de hacer más fresco el aire de tu hogar; pero es importante saber que tener muchas plantas también añadirá humedad al aire, por lo que será necesario ventilar más.
Persigue la luz. Ilumina tu hogar con toda la luz natural que puedas. Muchas evidencias científicas asocian la luz natural con una salud y una calidad de vida mejores, como una mejora del humor, menor fatiga y una reducción de la vista cansada.
La higiene es siempre fundamental. Debemos mantener limpios, en la medida de lo posible, el arenero del gato, el comedero del perro, las peceras, las jaulas, el recipiente de la tortuga o las camas de nuestras mascotas. ¡Y no te olvides de limpiar los pelos!