Donde los mortales vemos un techo, un profesional adivina una ventana.
La habilidad que tenemos los arquitect@s e interioristas, para visualizar cómo podría cambiar la percepción y uso de un ambiente, con la instalación de una o más ventanas de tejado, permite ayudar y hacer entender esa transformación, de espacio oscuro, triste y ópticamente pequeño, en un lugar luminoso, visualmente amplio y alegre.
Así poniendo en práctica tres de las herramientas fundamentales para el cambio, como son, la luz natural, la ventilación y las vistas y trabajando en conjunto con la distribución, se puede conseguir ese ambiente, que nadie antes hubiera imaginado. De ahí la importancia de ver y desarrollar la solución, mediante un proyecto que estudia desde el principio todas las variables posibles, tanto en superficie, como en volumen.
Conclusión, si quieres marcar la diferencia, a la hora de proyectar, la luz cenital que viene de una ventana de tejado, contribuirá a percibir la casa con perspectivas inéditas y con una calidad estética que agregará valor a la decoración.