Cuando nos ponemos manos a la obra hay algunos aspectos que nos frenan, ¿cuáles son?
El espacio con el que contamos inicialmente puede ser uno de ellos. Pero no vamos a limitarnos a los metros, cada casa es diferente y las posibilidades son infinitas.
¡Empecemos por la imaginación! Cuando miramos el ático, puede ser difícil imaginarte que ahí podrías tener dos habitaciones para adolescentes, un despacho alejado del ruido familiar, o el dormitorio que siempre has querido con vistas al jardín…
También es buena idea pensar en cómo vas a acceder a tu nueva habitación. ¿Hay espacio para una escalera? Estudia las tuberías si lo que quieres tener es una cuarto de baño o una cocina.
El tamaño es un elemento a tener en cuenta. Una opción puede ser considerar crear un loft con ventanas de tejado para aprovechar la altura y dormir bajo las estrellas.
Insuficiente luz natural
Solemos pasar bastante tiempo dentro de casa, y una de las prioridades en las que pensar es, cómo conseguir un extra de luz natural. La luz natural aumenta nuestro sentimiento de bienestar cuando estamos dentro de casa.
La falta de luz natural hace que una habitación parezca pequeña, por el contrario, gran cantidad de luz natural hace que una habitación parezca más grande y más cómoda.
Las ventanas de tejado proveen esa luz que necesitas en habitaciones oscuras porque la luz cenital nos brinda el doble de luz que una ventana vertical. Diseñar el interior de tu espacio con paredes y muebles en colores claros también ayuda a reflejar la luz natural que entra por las ventanas.
La luz es de vital importancia para nosotros, lo que la convierte en un factor clave en nuestros hogares. La reforma del ático puede ser una buena oportunidad para obtenerla.
La cantidad de luz natural necesaria variará en proporción con el tamaño de la habitación; se recomienda que las ventanas ocupen un área equivalente al 10-20% de la superficie de la habitación. Por ejemplo, en una habitación de 10 m2, las ventanas deberían tener un área de entre 1 y 2 m2.
Un buen aislamiento
Un planteamiento que debes hacerte es incluir aislamiento adicional al proyecto. Un buen aislamiento te aporta un hogar cálido, minimiza las corrientes de aire frías y mejoras el interior del hogar en general. También te permite ahorrar en tus facturas de luz.
Un cerramiento bien diseñado es suficiente para crear el espacio con más calidad de tu casa: sólo tienes que asegurar mucha luz natural y un buen nivel de aislamiento.
Utilizando los mejores materiales estarás invirtiendo en calidad y, por ende, en bienestar.
¿Cuánto cuesta?
Tienes muchas posibilidades de tamaños de ventanas de tejado, de accionamientos y materiales para la reforma, depende de la planificación que hayas hecho.
Además de aumentar el confort de la familia, acondicionar un ático revalorizará tu vivienda entre un 5% y un 15%.
Ya estoy listo. ¿Y ahora qué?
La siguiente etapa es contactar con un profesional que te pueda ayudar a iniciar el proyecto.
Permisos de construcción, protección contra incendios y seguro. Sí, hay mucho que hacer cuando se embarca uno en una reforma, pero afortunadamente no tienes que gestionarlo todo por ti mismo.
Puedes contratar a un arquitecto, constructor o carpintero si quieres evitar tener que familiarizarte con todas las reglas. Ellos pueden ayudarte a planear la reforma o gestionarlo todo desde el inicio, lo que te ahorrará mucho tiempo y esfuerzo.