¿Este verano no ha sido increíblemente bonito? Con tantos días de luz brillante y el cielo azul claro.
Hemos vivido más fuera que dentro, pasando las tardes en el lago y las cálidad noches escuchando el concierto de los grillos.
Las noches, a menudo, han sido demasiado cortas y calurosas para dormir, aún para dormir. Vivir se hacía más fácil y, a medida que pasaban las semanas, parecía que el verano duraría para siempre...
En verano el tiempo avanza y el sol se pone lentamente. Hemos disfrutado de esos momentos y, ahora, el otoño está sobre nosotros. Y, por mucho que me guste disfrutar de los maravillosos recuerdos del verano, me he dado cuenta de cuánto me gusta el otoño.
Hay algo mágico en estos días. Especialmente las mañanas tranquilas, a medida que el sol va saliendo y el cielo se llena de una espesa niebla que parece que han caído las nubes del cielo. Es absolutamente asombroso lo colorida que es la naturaleza en estos días. Cada día un nuevo tono de color pinta las hojas antes de que todas caigan al suelo con la llegada del invierno. Es precioso, simplemente, pararse a mirar.
Pero el otoño me gusta especialmente por la luz. Aunque el sol está mucho más bajo en el cielo, mi hogar está aún más iluminado. Los rayos del sol lanzan siluetas moteadas en las paredes y en el suelo. Es verdad que el sol no es tan brillante como en verano, pero ilumina lo suficientemente como para hacer latir el corazón. Para mí, la luz es aún más bella ahora que hace unas semanas.
Poco a poco empiezo a descansar después del emocionante verano y ya preparo nuestra casa para la temporada más oscura y fría. Mi preferencia de color ha cambiado de lo brillante, claro y fresco a los tonos tierra más cálidos y acogedores. He movido cosas en casa, cambiando las alfombras, cortinas y las fundas de los cojines para crear un lugar diferente. También tuve la sensación de que un nuevo papel pintado para la pared quedaría bien en el estudio y elegí un motivo floral marrón. Recuerdos del verano también han encontrado su lugar, como una hermosa pieza de corteza de pino, conchas y piñas.
Hay tantísimas cosas buenas que trae el cambio estacional. Hemos pasado tiempo recogiendo manzanas, castañas y hojas. Luego sumergimos las hojas en cera líquida, para que se mantengan frescas durante más tiempo y conserven su hermoso brillo. También he cortado nuestras últimas hortensias en flor y las he metido dentro para que se secaran. Durante el invierno estarán preciosas y me recordarán los días soleados.
Da comienzo la temporada de mantas, calcetines de lana y té. Todavía hay libros sin leer del verano, esperando pacientemente su turno. Ha llegado la temporada para acurrucarme, cálida y cómodamente, en la cama durante un día lluvioso y poder disfrutar de la tranquilidad.