Está demostrado que trabajar cerca de la luz natural y del aire fresco mejora nuestra productividad laboral, así como nuestro estado de ánimo, manteniendo a raya el estrés.
Está demostrado que trabajar cerca de la luz natural y del aire fresco mejora nuestra productividad laboral, así como nuestro estado de ánimo, manteniendo a raya el estrés.
Pese a que llevamos 10 meses desde que el teletrabajo irrumpió en nuestras vidas, todavía muchos de nosotros no tenemos una zona de teletrabajo adecuada para optimizar al máximo nuestro rendimiento. Es probable que esta semana lo hayamos notado más, sobre todo los que vivimos en Madrid, ya que #Filomena ha irrumpido con fuerza, cubriendo de blanco la capital y gran parte de la península.
De hecho, según un estudio que hemos realizado para investigar el nivel de iluminación de las viviendas de nuestro país, las mesas de trabajo de la mayoría de los españoles tienen un rango de iluminación inferior a 300 lux, insuficiente para realizar tareas de oficina que demandamos en nuestra ‘homeoffice’.
Así que no podemos demorarlo más: ¡mejorar nuestro rincón de teletrabajo tiene que ser una prioridad para este 2021!
Pero… ¿por dónde empezar?
Tanto si vives solo como acompañado, lo fundamental es que tu rincón de teletrabajo sea un espacio alejado del caos y desorden. Te recomendamos que, si puedes, destines una habitación de tu casa íntegramente a ello.
Asegúrate de situar tanto el escritorio como la silla y tu portátil cerca de una ventana, fuente de contacto directo con la luz natural y el aire fresco. Y si es exterior, mucho mejor. Las vistas a un parque, la calle… nos permitirán relajarnos en esos momentos de descanso entre hora y hora.
Si es posible, instala en tus ventanas elementos que regulen y filtren la entrada de luz, como las persianas y cortinas, para evitar deslumbramientos en los momentos del día en los que hay una mayor incidencia de los rayos solares.
Especialmente, recomendamos que inviertas en productos domóticos, como VELUX ACTIVE, que accionará todos los elementos de forma proactiva, haciendo que te despreocupes de abrir o cerrar las ventanas y sus accesorios, al tiempo que favorece el confort interior, así como la eficiencia energética y la salubridad del hogar.
Por último, y no por ello menos importante, decora el espacio con elementos que favorezcan la serenidad y la concentración, creando ese rinconcito único, muy tuyo: apuesta por colores claros para las paredes, plantas u otros elementos naturales, como botes de madera, por ejemplo.