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Cómo su nueva casa mejoró la calidad de vida de la familia Ibbotson

Escrito por Yolanda Coello | Oct 24, 2019 10:00:00 PM

Los hogares poco saludables generan un impacto mucho mayor en los niños de lo que hasta ahora se conocía. Según algunas de las conclusiones obtenidas recientemente en la nueva edición del Barómetro de Edificios Saludables 2019, quinto estudio anual presentado por el Grupo VELUX, los niños que habitan en hogares con deficiencias de salubridad son más propensos a sufrir problemas de salud, e indirectamente además tener una menor capacidad de aprendizaje.

De acuerdo con este estudio, actualmente en Europa 1 de cada 3 niños vive en hogares poco saludables. En el caso de España, el 29% de los menores de 15 años conviven con problemas tales como humedad, exceso de ruido, frío, oscuridad o moho.


Pero en Grupo VELUX no solo ponemos el problema encima de la mesa, sino que trabajamos en colaboración con otras entidades, tanto públicas como privadas, para encontrar la solución. Y un buen ejemplo de este compromiso son las Active Houses, el programa de edificios que desde su concepción, construcción y elección de materiales, tiene como objetivo ser respetuosos con el medio ambiente y mejora la calidad de vida de sus habitantes.


La primera Active House certificada en el mundo está ubicada en el barrio de West End de Toronto (Canadá): Great Gulf's Centennial Park Residence. Este edificio conjuga una estética arquitectónica modernista con una propuesta de habitabilidad que garantiza un mayor ahorro de energía y un menor impacto en el medioambiente. Pero además, a partir de la integración de la luz natural y la ventilación, consigue crear un clima interior ideal para el confort de las personas que lo habitan, la familia Ibbotson.


Para entender mejor lo que significa vivir en Centennial Park Residence, Russell Ibbotson, padre de familia además de gerente técnico de construcción en nuestra oficina de Canadá, se trasladó a esta casa junto con su esposa Bethany y sus tres hijos; Lucy, Eleanor y Poppy, durante seis meses. Un periodo de prueba que fue monitorizado y evaluado por un grupo de investigación compuesto por especialistas dedicados a la luz natural, la energía o el clima interior. Una experiencia única en el mundo que ha servido como base de aprendizaje a través de una serie de experimentos que han permitido afinar la propuesta del concepto Active Houses en posteriores nuevos proyectos.


Además, la familia Ibbotson ha ido relatando su propia experiencia, tanto en un blog como a través de diferentes redes sociales, donde han tratado de capturar y compartir con el público la esencia de lo que significa vivir en una Active House. Así, el matrimonio Ibbotson, entre cenas, deberes del colegio y momentos de ocio con juegos de mesa, escondites y pilla-pilla, vio como conforme avanzaban los meses, no solo notaban un ahorro económico en la factura energética sino también un mayor bienestar y calidad de vida.


En este experimento Russell Ibbotson, por su propia profesión, ha asumido la parte más técnica, y se ha centrado en contar al público el rendimiento y resultados del funcionamiento de una Active House, aunque siempre desde un lenguaje sencillo y comprensible. Por su parte, Nethany Ibbotson por el contrario, se encargó de la parte más familiar, relatando como se han sentido en la casa y como tanto ellos como los tres niños se han beneficiado de las características de esta innovadora construcción. A lo largo de sus historias hemos conocido testimonios como el de Bethany, “el punto fuerte es el aire fresco, dormimos y nos sentimos mejor, y más descansados para afrontar el día”. O también hemos podido saber cómo los pequeños Lucy, Eleanor y Poppy, se han beneficiado de un menor ruido exterior: Bethany era capaz de tenerlos localizados en todo momento, dándoles más libertad para el juego, y aumentaron su productividad en el momento de realizar las tareas del colegio.


En definitiva, esta experiencia ha servido para demostrar cómo pequeños cambios en los hogares pueden convertirse en grande cambios sociales que derivan en más beneficios para todos los habitantes de una casa, especialmente para los más pequeños. El futuro de la salud de las familias pasa por que aumente la sensibilización a crear hogares más sostenibles, tanto para el medio ambiente como ante una mejora en la calidad de vida de aquellos que los habitan. Y Grupo VELUX seguirá trabajando en ello.

 

¡No te pierdas el vídeo de la familia contándonos la experiencia!