La ventana adecuada para tu vivienda puede ser el acceso a una mejora en tu calidad de vida

Una ventana es ese producto que, desde el interior de nuestro hogar, nos permite acceder y observar el mundo exterior que nos rodea. Es ese objeto que nos protege de los factores adversos del exterior pero, al tiempo, nos hace partícipes de sus virtudes, permitiendo ventilar e iluminar de una manera sencilla la estancia...Y es que nuestras necesidades biológicas están íntimamente relacionadas con factores como la luz natural y el aire fresco.

La luz natural influye de una manera directa en nuestro estado de ánimo, mejorando nuestra salud física y mental. Nuestro cuerpo libera endorfinas cuando se expone a la luz solar, por lo que el estrés y la ansiedad que predominan en la mayor parte de nuestro día –como consecuencia del intenso ritmo de vida que impera en la sociedad actual- se reducen paulatinamente.

Es cierto ¡Cada vez pasamos más tiempo en los espacios interiores, respirando menos aire puro! ¿Sabías que una familia de 4 personas añade entre 8 y 10 litros de humedad al aire por día realizando actividades cotidianas como cocinar, ducharse o hacer la colada? La ventilación es clave para tener una buena calidad del aire en nuestra casa, regular la temperatura interior y reducir el riesgo de condensaciones en la edificación.

Hay muchos tipos de ventanas: interiores, exteriores, de pared vertical, de tejado, redondas, rectangulares, ovaladas… Si estás pensando en hacer una reforma o cambiar las ventanas de tu hogar, te damos 5 consejos para que te hagas con la ventana perfecta:

• Consigue que el vidrio deje entrar más del 65% de la luz. El vidrio define en gran medida cómo de aislante –del calor y del ruido- va a ser la ventana y cuánta luz y radiación permite que pasen. Ten en cuenta que si tienes un ático, una ventana de tejado en la parte superior del techo aporta mucha luz hacia las paredes y la extenderá alrededor de toda la habitación.

• Escoge madera para el acabado interior y aluminio, cobre o zinc al titanio para el exterior. Y si apuestas por el blanco, mucho mejor, ya que aportará una sensación de calidez a tu habitación y crea ambientes acogedores.

• Fíjate en que esté fabricada con materiales sostenibles. ¿Y si además de ser la ventana de tus sueños es respetuosa con el medio ambiente? Si está en posesión de los certificados FSC o PEFC sabrás que también cumple con esta función.

• Complementa tu ventana con estores, persianas, toldos, cortinas o mosquiteras. ¿Solo sirven para decorar? La respuesta es no. Todos los accesorios filtran y regulan la luz, oscurecen las habitaciones y nos aíslan en cierta medida del calor/frío y del ruido exterior. Pero no solo eso, ya que también nos protegen de la entrada de insectos y proporcionan esa intimidad que tanto deseamos.

• Si puedes, apuesta por la tecnología. La tecnología se ha introducido en nuestro día a día para hacernos la vida más cómoda y en el sector de los cerramientos tiene un papel clave en la eficiencia energética y el control del clima interior. Automatizar la apertura y cierre de las ventanas y el resto de accesorios en función de los agentes meteorológicos exteriores puede reducir notablemente el consumo energético de nuestra vivienda, pero sin renunciar a un ambiente agradable y beneficioso para la salud.

En definitiva, si quieres ganar en calidad de vida apuesta por ventanas que saquen el máximo partido a tu estancia, como las ventanas de tejado, y ten muy en cuenta la calidad del vidrio y sus materiales.