¿Cómo sería la vida sin suficiente luz?

Yolanda Coello

Yolanda Coello

¿Cómo sería la vida sin suficiente luz?

Los ritmos circadianos son el conjunto de cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas, donde la luz natural juega un papel fundamental.

Como seres humanos estamos conectados con la luz durante el día y la oscuridad en la noche, y a partir de estos ritmos circadianos liberamos sustancias como serotonina que afecta al control de nuestras emociones o melatonina necesaria para estimular nuestro sueño.


La luz natural ayuda al metabolismo para nuestro desempeño diario:


☀️ Influye en nuestro estado de ánimo, concentración y nuestro comportamiento hacia los demás
☀️ Necesitamos el sol para la síntesis de vitamina D, que entre otras funciones regular el sistema de defensas del nuestro cuerpo y su respuesta inmunitaria
☀️ La luz natural está asociada al metabolismo de la glucosa, y por lo tanto vinculada con el sobrepeso y el riesgo de enfermedades cardiovasculares

 

En ocasiones, aunque depende de la estación del año, es suficiente con estar expuestos a la luz natural 15 minutos al día. No parece demasiado pero hay días donde vamos de un espacio interior a otro sin detenernos ningún instante. De casa a la oficina, de la oficina al gimnasio, y desde allí de vuelta a casa. Además, desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, nunca como hoy habíamos pasado tanto tiempo en interiores.


Vivir en hogares donde la luz natural es protagonista ayuda de manera determinante a nuestros ritmos circadianos. Transformar nuestros áticos y buhardillas permitiendo que en ellos se produzcan los ciclos de luz y oscuridad influirá en nuestra salud metabólica.

 

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