A la hora de reformar o diseñar una vivienda, cada vez es más habitual y necesario incluir en el proyecto un sistema domótico que permita automatizar, gestionar y controlar instalaciones, equipos y electrodomésticos.

Existen tres razones fundamentales por la que es conveniente tenerlo en cuenta: 1. eficiencia energética, para racionalizar el consumo y lograr ahorros en tus facturas, seguridad, 2. confort, ya que muchas de las funciones que antes hacías manualmente, ahora las ejecuta por ti el sistema y por último, 3. la gestión a distancia, lo que sin duda es una de sus mayores ventajas, ya que te permite el control y regulación vía Wi-Fi de distintas funciones y desde cualquier lugar.

La instalación sin cable del sistema VELUX ACTIVE with Netatmo, se puede sumar también a tu red doméstica, para regular mediante sensores inteligentes la temperatura, humedad y contenido de CO2 de los ambientes, haciendo que tus ventanas de tejado, toldos, persianas y cortinas eléctricas se accionen según la combinación de unos parámetros predefinidos y los datos meteorológicos que se recogen de Internet. ¿Qué consigues? Que el clima interior sea saludable ya que el sistema no deja que el aire se sature de humo, vapor de agua o que se sobrecaliente, debido a que, por ejemplo, no había nadie en casa para bajar las persianas o abrir las ventanas para ventilar.

VELUX ACTIVE with Netatmo funciona mediante una aplicación que se descarga en tus dispositivos inteligentes, tales como teléfonos, relojes o tablets, lo que te permite que lo controles y regules o gestiones desde cualquier lugar. Es compatible con Apple o Android y puede conectarse a otros sistemas inteligentes para el hogar, hasta incluso le puedes dar órdenes a través de Siri.

El equipo consta de tres elementos: un sensor de clima interior que se coloca en las habitaciones donde tengas instaladas ventanas de tejado, de cubierta plana, persianas, toldos y cortinas de accionamiento eléctrico solar, otro dispositivo que funciona como puerta de enlace a Internet, que conviene que tenga una ubicación centralizada y un interruptor de salida, que es muy práctico colocarlo cerca de la puerta de entrada a la vivienda, para que cuando salgas, pulsando un botón, cierres todas las ventanas.

De esta manera, te aseguras, por ejemplo, que la ventilación de la casa se haga de forma periódica, garantizando una renovación del aire como mínimo, de tres veces al día, con una duración entre 5 a 15 minutos y que el sistema reaccione automáticamente, también ante una variación imprevista de los valores predeterminados, por ejemplo, porque la receta que estás cocinando ha generado más vapor del esperado. Siendo este punto muy importante para mantener, por un lado, a raya los niveles de CO2 y segundo para evitar condensaciones o altos contenidos de humedad, lo que también repercutirá en una reducción del mantenimiento, ya que los enlucidos y pinturas se deteriorarán menos, por ejemplo.