En los últimos años hemos aprendido la importancia que tiene que nuestro hogar sea saludable y confortable, debido a la gran cantidad de horas que pasamos en él, y en general en espacios interiores, ya que el 90% de nuestro día ocurre en ellos.

Con algunos pequeños cambios podemos lograr que lo sea aún más. Algunos son  simples, como airear las estancias a diario. Para ello bastará con abrir varias ventanas, ya sean verticales o de tejado, generando corriente que renueve el aire durante, al menos, 10 minutos 3 veces al día.

Siendo importante seleccionar el momento idóneo del día, si estamos en invierno elegiremos las horas con temperaturas más cálidas, mientras que si estamos en verano utilizaremos las horas con menor temperatura exterior, evitando así las pérdidas energéticas.

Un gran aliado para ello es la tecnología, ya que hoy en día contamos con ventanas inteligentes que miden a través de sensores la temperatura, humedad y CO2 en el interior y cruzan la información con la predicción meteorológica de la zona en exterior, para tomar decisiones acertadas sobre la apertura o cierre de ventanas, persianas y cortinas.

Otra de los cambios importantes es mejorar la iluminación natural, especialmente de esas estancias donde pasamos la mayor parte del día, como pueden ser el salón o el despacho.

Un claro ejemplo, fue que durante el 2020 el 73% de las personas que trabajaban en casa movieron su puesto de trabajo hacia los ventanales. Aunque en general la luz natural es importante en todas las habitaciones de la casa, por ejemplo, en el baño ayuda a que tu cuerpo se despierte mejor, y en las escaleras mejora la seguridad, y aporta uniformidad de luz en toda la casa.