Hoy comenzamos por la cocina...

La cocina se ha convertido en un espacio clave en la distribución de los hogares, por eso cuando se reforma una vivienda, se trata de sacarle más partido, abriéndola a espacios de día, como el estar y el comedor. En estos casos, la isla o la península se vuelven casi imprescindibles, ya que ofrecen una superficie de trabajo amplia y un buen lugar para comer.

Qué mejor entonces, que duplicar también las posibilidades de iluminación del espacio mediante la instalación de ventanas de techo estratégicamente ubicadas?

Si tienes un ático, una buhardilla, una casa en planta baja con tejados inclinados o ubicas esta cocina comedor en un pabellón nuevo, ganado por ejemplo, a la terraza, proyecta estas ventanas con una visión espacial además de lumínica. Por eso, aunque con una o dos ventanas llegues a la abertura de ventana recomendada según la superficie del ambiente (se calcula como mínimo el 10% de la misma), sube un nivel más, y proyecta la cantidad, teniendo en cuenta también la distribución en el espacio, las vistas y la calidad espacial que ofrece la luz natural.

Así por ejemplo, si tienes una isla, ese puede ser un buen lugar para recibir la luz de día de forma directa, para desayunar con alegría y mirando el cielo. A propósito, sabías que cuanto más cielo se ve, mayor es la cantidad de luz que se consigue en el interior? En las zonas altas que están sobre áreas de uso o paso, las ventanas y sus dispositivos de oscurecimiento, se controlan por control remoto, mediante el sistema Integra, eléctrico o solar.

Sobre encimeras, donde se ubica el fregadero, la placa de cocción y las zonas de trabajo, la más adecuada es la ventana de apertura giratoria, ya que se puede colocar baja, a partir de 90cm desde el suelo. También se puede seguir usando la encimera sin problemas de funcionamiento, gracias a la facilidad de maniobra de la barra multifunción. Otra ventaja es la doble ventilación que te ofrece, ya que además de ventilar cuando la ventana está abierta, cuentas con la aleta de ventilación continua aunque la ventana esté cerrada que cuenta además con filtro para polen e insectos.

Sin duda la experiencia de estar cocinando con vistas es otra posibilidad que quizás ya habías descartado al no contar con paredes de fachada a una altura adecuada. Por eso, su tamaño y ubicación tienen que ser elegidas para que puedas ver hacia afuera desde la posición de sentada o de pie. En la elección interviene desde luego la inclinación de la cubierta. Para una ventana giratoria puede estar comprendida entre los 15º y 90º, por lo que, cualquier tipo de tejado de los más habituales en España, son aptos para su instalación. Luego, para poder maniobrarla manualmente, la parte alta de la ventana, no ha de superar los 2m desde el nivel de suelo terminado.

Para elegir la cantidad piensa que siempre van a lucir más si se agrupan dos o más ventanas a lo largo de una línea. Ten en cuenta que, cuanto más cielo veas más luz natural se consigue. Asimismo si encimas dos ventanas puedes cubrir largos mayores, consiguiendo mayor abertura de iluminación aunque estés limitada a lo ancho, por ejemplo, por cuestiones estructurales. Otra posibilidad, muy indicada para obra nueva, para poder adaptar la estructura de la cubierta a la ubicación y tamaño de la ventana es pensar en formatos panorámicos con anchos de hasta 1.34m.