Numerosos estudios han relacionado la influencia que tiene en nuestro cuerpo la luz recibida durante las primeras horas del día para tener un adecuado ritmo circadiano de vigilia y sueño, al ser la luz la responsable de la producción de melatonina (conocida como hormona del sueño). De hecho, el ciclo luz-oscuridad es el mayor sincronizador de nuestro ritmo circadiano y, por tanto, de nuestros ciclos de sueño: dejar entrar la luz solar en nuestro hogar ayuda a que tengamos un mejor estado de vigilia durante el día y podamos dormir bien por la noche.
Pero la luz natural no solo nos ayuda a conseguir un óptimo descanso, sino que tiene una gran influencia en nuestro bienestar físico y mental.
Así, según el Barómetro de la Vivienda Saludable 2020, elaborado por el Grupo VELUX, la luz natural mejora nuestra salud e incrementa la productividad laboral y el rendimiento escolar, aumentando la capacidad de aprendizaje y concentración en hasta un 15% y la velocidad de resolución de tareas en un 17%.