Los tipos de ventana que cambiarán tu casa y la dejarán como nueva

Yolanda Coello

Yolanda Coello

Los tipos de ventana que cambiarán tu casa y la dejarán como nueva

Aprovechar la luz natural en el hogar y hacerlo, además, con estilo es posible. Solo tienes que saber cuáles son los tipos de ventanas que existen y escoger el que más te guste y se adapte a tus necesidades. ¡Sigue leyendo descubre cuál es el tuyo!

Donde hay luz natural, hay vida. Disfrutar de los rayos del sol en tu propia casa es un auténtico placer, pero también un ahorro energético considerable. Las ventanas son, en este sentido, las encargadas de aislar e iluminar tu hogar y, a través de ellas, conectas con el exterior sin salir de ese refugio tan acogedor. Por tanto, a la hora de sustituirlas, debes conocer cuáles son los tipos de ventana que existen para decantarte por ese que te dará los mejores resultados.

 

Cuando hablamos de aislamiento y, por consiguiente, de ahorro energético y sostenibilidad, hablamos también de ventanas. En esto influye el vidrio y acristalamiento, la apertura… pero, especialmente, el material con el que está fabricado el perfil. Por esta razón, hemos clasificado las ventanas en tres clases distintas: madera, aluminio y PVC. ¿Quieres conocer más sobre cada una de estas? ¡Desvelamos sus secretos a continuación!

 

La madera: el tipo de ventana que derrocha estilo

 

Pasaron de moda, pero han vuelto a ganar mucho terreno en los últimos años. Su material de construcción, la madera, es un aislante natural que vence, en este terreno, al aluminio y es capaz de plantar cara al PVC. Una característica que las lleva al puesto número uno en sostenibilidad. Asimismo, el acabado de estas ventanas es la otra ventaja por la que despunta, y es que su atractivo estético es indiscutible. Aportan un toque rústico y generan una sensación de calidez, permiten jugar con colores y diseños distintos y dan un resultado muy acogedor.

 

Sin embargo, las ventanas de madera también tienen sus ‘peros’. En primer lugar, sus precios suelen ser más elevados que las fabricadas en aluminio o PVC. Aparte de ello, requieren un mayor trabajo de mantenimiento y cuidado, pues el material natural es más sensible al deterioro de la radiación solar, los microorganismos del ambiente y el paso del tiempo. Un material que destaca, entre otras cosas, por ser inflamable.

 

El aluminio: material líder en el país

 

Aunque en Europa domina el PVC y, en España, este ha crecido en los últimos años, el aluminio sigue siendo el preferido por quienes eligen entre estos tres tipos de ventanas para casas. Poco es de extrañar si tenemos en cuenta su resistencia a cualquier zona geográfica y temperatura y al paso del tiempo. Una ventaja que se une a la amplia gama de acabados estéticos que ofrece: lacados, texturizados, colores, imitación a otros materiales, etc. Si las comparamos con las anteriores, las ventanas de aluminio son más baratas que las de madera y cuentan con un recubrimiento natural que facilita su mantenimiento.

 

Las buenas noticias no acaban aquí. Esta clase de ventanas es capaz de ofrecer un aislamiento térmico único. En esta línea, el aluminio requiere la instalación, dentro del perfil, de un material no conductor para alcanzar dichos niveles de aislamiento. A pesar de que esto encarece el precio, se traduce en un ahorro energético de entre el 15 y el 40%. Hablamos, por ende, de inversión y no de gasto.

 

Eso sí, toda cara tiene su cruz. La condensación es el talón de Aquiles de las ventanas de aluminio. En los últimos años parece que se ha solventado con el material aislante que se introduce en el perfil; pero, de no hacerlo, la humedad puede colarse en tu hogar. Esto significa reforzar la carpintería para que quede totalmente sellada. Sinónimo, en resumen, de encarecimiento.

 

El PVC: calidad al mejor precio

 

 

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Las ventanas de este material han evolucionado a la carrera. El buen aislamiento, la capacidad de insonorización y el mantenimiento sencillo han sido los motivos principales. Asimismo, este material es, de los tres, el más económico, por lo que su calidad para mantener la temperatura interior y ahorrar energía por un gran precio es aquello que lo diferencia. Sus posibilidades son muy amplias en lo que respecta a colores, pero no tiene la versatilidad que caracteriza al aluminio.

 

No obstante, si por algo queremos destacar el PVC es por su eficiencia energética y equilibrio ecológico. Al ser mayor el aislamiento de su carpintería, se reducen los costes de energía derivados de la calefacción y el aire acondicionado, condición que las hace sostenibles. Aún hay más: estas ventanas son 100% reciclables y, por tanto, suponen un gran ahorro de recursos naturales.

 

Su principal desventaja es, por otra parte, el deterioro que sufren con el paso del tiempo, pues suelen adquirir un tono amarillento cuando los años transcurren. Esta y la poca adaptabilidad para ventanas de gran tamaño debido al empaque de la carpintería son los principales contras a los que se enfrenta el PVC.

 

Estos son los tipos de ventanas según el perfil y material que puedes encontrar en el mercado. Si estás pensando en sustituir las cristaleras de tu casa, piensa en las condiciones de tu zona, en las características del espacio y en tus necesidades.

 

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