Los arquitectos e interioristas, lo primero que hacemos cuando empezamos un proyecto de reforma es zonificar la superficie disponible en dos áreas básicas de uso, las de día y las de noche. Así, aunque la casa sea pequeña, estas premisas iniciales nos permitirán ordenar mejor el funcionamiento de la casa.
Liliana Millán Arquitecto
Saca partido a la reforma de los dormitorios
Lo que buscamos es que los dormitorios no se mezclen o que al menos no estén en contacto directo con esos ambientes de la casa, en donde se está durante el día y se llevan a cabo actividades más sociales, para que de esta forma, no estén expuestos, por ejemplo, a miradas directas desde el salón o a los ruidos de la cocina.
Si los dormitorios se ubican en el bajocubierta, la reforma es una oportunidad para convertir este ambiente en un lugar muy acogedor y personal, yo te diría, que hasta único. Me refiero a transformar la percepción oscura que se tiene de estos espacios inclinados, en una experiencia diferente, mediante la instalación de varias ventanas de tejado.
Para sacarle todo el partido posible a esta idea, piensa que el proyecto, tiene que contemplar, además de un refuerzo del aislamiento térmico y acústico de toda la envolvente, una distribución de las ventanas de tejado estudiada en el conjunto de la habitación, para que se tengan en cuenta aspectos tales como, las proporciones, la superficie disponible, las pendientes del tejado y por supuesto la ubicación de las áreas de uso con sus respectivos muebles.
Así podrás por ejemplo, elegir la ventana que más te convenga, así como planificar su altura, para potenciar la entrada de luz y tener vistas, incluso desde la cama. En todo caso, lo importante es conseguir luz de día de calidad, lo que hará que también aumente la estética espacial del ambiente, sin olvidar los beneficios que la luz solar tiene sobre la higiene.
Por otro lado, según como sea la cubierta podrás también programar su instalación para perfeccionar la ventilación del espacio. Ubicando por ejemplo, ventanas en la parte más alta del tejado para acelerar la expulsión del aire caliente.
Si cuentas con una superficie muy justa, quizás convenga priorizar el cuarto de los niños, para que esta habitación tenga un planteo más polifuncional. En estos casos, si tu habitación no queda tan amplia, incluir en el proyecto ventanas de tejado en combinación con paños fijos que lleguen hasta el suelo, hará que el ambiente gane en perspectivas hacia el exterior, lo que se traduce en un plus de amplitud visual en el interior. Como truco para equiparla, compacta la distribución mediante muebles empotrados o adosados a las paredes, como es el caso de armarios y cabeceros.
Para completar la idea tienes que prever dispositivos de oscurecimiento y protección solar, ya que se trata de ambientes en donde es imprescindible contar con una regulación de la luz y con un control de la temperatura interna. Primero habrá que elegir el vidrio más adecuado para tu zona climática. Puedes reforzar el aislamiento con un vidrio bajo emisivo, con un triple acristalamiento o con cámaras rellenas con gas Argón. De esta forma te aseguras, no solo que funcione perfectamente en invierno, sino también en verano. Para controlar la luz, son muy útiles las cortinas de oscurecimiento total, que puedes armonizar con los colores que predominen en la habitación. Para el exterior es importante contar con dispositivos que no dejen que el sol del verano llegue a incidir en el vidrio. Como por ejemplo, el toldo exterior traslúcido, que reduce el calor hasta un 70%, pero deja que sigas teniendo una luz tamizada, ideal para el cuarto de los niños, por ejemplo, que pasan más tiempo en su habitación.
Para una protección máxima tanto del frío como del calor, convendrá pensar en una persiana exterior. Reduce la exposición al calor en un 87% y refuerza el aislamiento de invierno en un 27%. Tanto las cortinas como los toldos y las persianas pueden conectarse al sistema eléctrico INTEGRA, o ir más lejos en la automatización y programación, mediante el sistema VELUX ACTIVE.