Así, hemos pasado del 5,6% que realizaban esta afirmación en 2019 al 10,6% que lo afirmaron a finales de 2020. Un dato revelador si además lo ponemos en contexto: cómo es posible que uno de los países en los que disponemos de más horas de luz natural al año sea a la vez el primer país de insatisfacción respecto a la luz natural de nuestras viviendas - registrando el porcentaje más alto entre todos los Estados miembros de la UE.
La luz natural en el hogar no es solo calidad de vida y placer, hablamos de salud y bienestar, y de eficiencia energética al reducir la necesidad de iluminación artificial.
La ola de rehabilitación de viviendas que España ha de acometer con la ayuda de los fondos europeos de recuperación deben tener muy en cuenta este factor, transformando espacios a través del acceso a la luz natural, como favorecen nuestras ventanas de tejado, ya sea a través de la apertura de un hueco nuevo, o ampliando la superficie acristalada con nuevas ventanas.